El Cambalache: inter-cambiamos
Economía sin dinero, desarmando el capitalismo
El Cambalache – conectando el decolonialismo, las economías diversas y el feminismo interseccional en Chiapas, México Por Martina Locorotondo
Categories: General

Articulo original: https://cura.our.dmu.ac.uk/2020/02/12/el-cambalache-connecting-decolonialism-diverse-economies-and-intersectional-feminism-in-chiapas-mexico/

En este post, la estudiante de doctorado del CURA, Martina Locorotondo, informa sobre los resultados de un taller de campo de entrenamiento en diversas economías descoloniales, celebrado en El Cambalache (Chiapas, México) en enero de 2020, y reflexiona sobre la importancia de este encuentro para su propia investigación de doctorado. Una lectura muy recomendada para académicos tanto establecidos como emergentes, se trata de un relato personal honesto y reflexivo del viaje de investigación hacia un relato etnográfico de la producción de conocimiento no jerárquico que abarca el pensamiento descolonial y el feminismo interseccional (1263 palabras / 5-7 minutos de lectura).

«Desarmando el Capitalismo» – un gran graffiti hecho a mano en la pared frontal – es lo primero que vi cuando entré al espacio de El Cambalache. Luego, justo al lado, «Todo tiene el mismo valor» aclara los términos de esta declaración. Una cita médica, una reparación de un ordenador portátil, una chaqueta o un bolígrafo: todo tiene el mismo valor, y nada corresponde a un valor monetario. Las jerarquías entre los conocimientos, los objetos y los servicios – necesarios para el beneficio capitalista – de repente, son borradas por las necesidades de una comunidad que se organiza.

El Cambalache es un espacio en San Cristóbal de Las Casas (Chiapas) que es administrado por un grupo de seis mujeres: algunas de ellas indígenas, otras migrantes. Como contó Josefa -una de las generadoras-, se reunieron hace cinco años, afirmando que no estamos solas. Pero, ¿qué es exactamente El Cambalache? ¿Cómo funciona? En primer lugar, El Cambalache significa «El intercambio» en inglés. Las compañeras lo describen como una economía sin dinero. La gente intercambia allí bienes, servicios, conocimientos y ayuda mutua, sin usar dinero. Cualquiera que decida participar está invitado a tomar/pedir lo que realmente necesita, y devolver lo que no.

Durante el taller, Las Cambalacheras (el término que las mujeres miembros del grupo utilizan para llamarse a sí mismas) trataron de poner de relieve algunos principios fundamentales de su organización, al tiempo que conectaban estos últimos con el contexto geopolítico local. Los conceptos de Descolonialidad, Economías Diversas, Feminismo Interseccional y Comunión han sido abordados de manera que mantuvieran juntos la elaboración teórica y la experiencia vivida.

La geografía de la resistencia

El Cambalache está situado en un barrio residencial de la ciudad montañosa de San Cristóbal de Las Casas, lejos del centro de la ciudad y de las carreteras marcadas por los turistas. El suelo sobre el que se asienta El Cambalache es lo que da la linfa vital a su proyecto. Las raíces que hicieron crecer a El Cambalache, al igual que los muchos proyectos comunitarios que habitan este territorio, están profundamente arraigadas en el valor Maya-Tojolabal de la nosotrosidad. Las lenguas tojolabal y tzotzil se caracterizan por la frecuente repetición del sonido ‘tik’, que en inglés significa ‘we’/’us’/’our’. El «nosotros» colectivo representa un principio organizador de tales lenguas, así como de las cosmovisiones que se reflejan en las mismas lenguas. La comunidad es el conjunto orgánico compuesto por todos sus miembros. Por un lado, la comunidad da poder y valor al individuo. Por otro lado, cada individuo es «orgánicamente» necesario para la comunidad. En consecuencia, no hay espacio para la afirmación individualista del ego, ya que cada individuo es lo que es como miembro orgánico de un todo (Lenkersdorf, 2002).

La geografía de Chiapas está marcada, al mismo tiempo, por la historia del colonialismo y la dominación. Durante un seminario, Belkis -una de las Cambalacheras- habló de los intentos de los conquistadores de objetivar las subjetividades, las historias y las tierras. Esto se ha hecho de múltiples maneras: por ejemplo, produciendo representaciones de las mujeres indígenas como indecentes porque estaban desnudas, e imponiéndoles ropa. O informando sobre la interpretación sesgada del canibalismo para etiquetar a esas poblaciones como bárbaras. En relación con los territorios, los colonizadores los describieron como tierras pasivas y demasiado vastas para el Indio. Tales representaciones servían para impulsar los actos de violencia como no sólo justificables, sino también necesarios.

Por un lado, las «cartografías europeas masculinas blancas», por otro lado «un sentido diferente del lugar» que resistió a siglos de colonialismo y que se remonta a la milenaria cultura maya. Durante el taller, aprecié una noción de geografía, que no es estática, «segura e inquebrantable». Se caracteriza más bien por la lucha, por la tensión inquieta que oprime ↔ resistiendo (McKittrick, 2006). En esta interacción, las «tierras fronterizas» son los lugares donde los espacios intelectuales limítrofes han sobrevivido en paralelo y sin ser incorporados por el pensamiento colonialista (Anzaldua, [1989] 2012).

Diversas economías descoloniales

La resistencia de los valores y principios organizativos prehispánicos a lo largo de siglos de colonización -en combinación con la marginalidad de la economía capitalista- potenció el desarrollo de diversas economías descoloniales en el estado de Chiapas.

Como explicó Erin – cambalachera -, el proyecto económico de El Cambalache puede leerse a través de este marco teórico. En primer lugar, el colectivo reclama una idea pluralista de la economía, que no se limita al intercambio de dinero y no está orientada a la acumulación. Más bien abarca todas las actividades necesarias para vivir, en primer lugar el cuidado de las personas, el trueque, el regalo, las tareas domésticas, las relaciones interpersonales, etc. (Gibson-Graham, 2013). Estas acciones -es importante destacarlo- desempeñan un papel primordial en un contexto de acceso limitado a los recursos controlados por la economía capitalista. En consecuencia, como explicó Elena -otra cambalachera-, El Cambalache considera que el corazón de su economía es el corazón que late, especialmente aquellas cosas que no son valoradas por una economía capitalista. Esto implica considerar como cruciales la responsabilidad social y el cuidado, así como todas aquellas relaciones que unen a las personas, la tierra y los recursos.

El Feminismo Interseccional y el Común

«La economía es el espacio donde construimos nuestra forma de vida», declaró Las Cambalacheras durante el taller. Con estas palabras, sugirieron que las prácticas cotidianas y encarnadas que están en la base de una economía, construyen dinámicamente las comunidades y sus relaciones de poder. Este proceso también se identifica como Commoning. En consecuencia, el análisis del commoning a través de una óptica feminista interseccional tiene como objetivo arrojar luz sobre las prácticas que producen opresión, así como sobre las que generan bienestar colectivo y ayuda mutua (Clement et al., 2019). Tito – un estudiante de doctorado que está realizando un seminario – ha ejemplificado este punto de vista teórico contando la historia de la celebración de la Virgen de Guadalupe.

La Virgen de Guadalupe es una figura católica – ligada a la colonización española – que es la santa nacional de México. La misma figura representa también a la Madre Tierra, un elemento fundamental de la ritualidad maya. La reuniόn de senoras es el centro organizativo de la celebración: las mujeres locales se encargan de la recolección colectiva de recursos, así como de la elaboración de los tamales. Tito explicó que el tamal es una comida mexicana hecha de maíz que tiene un vínculo particular con la tierra y sus productos, que se prepara colectivamente. Dentro de esta actividad de larga data, se encierra todo el trabajo de la infraestructura: a menudo invisible, generalmente hecho por mujeres. La celebración de Guadalupe, por lo tanto, representa el espacio de descolonización operado por las mujeres locales. En efecto, a través de la reapropiación de la celebración colonial, las mujeres construyen formas de economía alternativas al paradigma neoliberal. Infraestructura, relaciones interpersonales, gestión colectiva de los recursos: estos son los elementos que se encuentran en el corazón de economías tan diversas.

La circularidad de los conocimientos: ¿cómo informa la investigación académica?

Haber participado en el taller de El Cambalache tiene una relevancia fundamental para mi investigación. En primer lugar, dado que estoy adoptando un marco teórico descolonial, es fundamental aprender sobre él de una comunidad que está directamente involucrada tanto en la opresión sufrida por el colonialismo como en el esfuerzo descolonial. Hacerlo in situ tiene el valor añadido de apreciar los vínculos fundamentales que existen entre estos procesos y la geografía humana de un territorio con sus múltiples historias. En segundo lugar, la experiencia dentro de una comunidad de base me proporcionó algunas herramientas que seguiré desarrollando para la etnografía que llevaré a cabo el próximo año. Por ejemplo, la lente feminista-interseccional servirá para analizar las prácticas cotidianas que dan forma a las comunidades. En última instancia, el punto de vista no jerárquico de El Cambalache en relación con la producción de conocimientos -ya sea que se basen en habilidades, académicas o no- aportará algunas reflexiones acerca de las estrategias que adoptaré para recoger e informar mejor sobre la variedad de conocimientos que produce una comunidad.

 

Comments are closed.